“El modelo educativo está obsoleto y no es culpa de los docentes.” - Manuel Castells
En Colombia, con niveles educativos bajos, hay la imperiosa obligación de liberar la capacidad creativa de los maestros. Hay muchos más que pueden estar entre los mejores del mundo, pero viven ahora ahogados en la rutina escolar que le imponen desuetas normas de organización de los procesos formativos escolares que por su esencia son libres, innovadores alejados de la rutina y de la estandarización a ultranza. Hoy están compelidos a cubrir contenidos de áreas curriculares separadas unas de otras, constreñidos a ser “docentes” para cubrir contenidos, encerrados en “dictar clases”, dadas las normas y el modelo de gestión que tiene el Ministerio de Educación Nacional y reflejados en las Secretarías de Educación. En lugar de maestros con alta sensibilidad para sus procesos formativos escolares, se ha creado el modelo del “docente” dueño en cada escuela de una porción de un modelo curricular con siglos de existencia, modelo acabado, impropio y moribundo, embalsamado y momificado por la normatividad educativa.
El profesor Manuel Castell, destacado científico social con amplia contribución para el entendimiento de la sociedad de la información y del conocimiento, así como en la aplicación de medios y recursos informáticos para una educación con calidad y pertinencia, ha señalado que el modelo educativo es desueto, requiere sólida transformación y que la obsolescencia no es culpa de los maestros. Así lo ha manifestado en una entrevista reciente para una revista nacional (https://goo.gl/CTqRWq).
Reitero que la culpa del atraso y la baja calidad de la educación no es de los maestros, quienes están encerrados en un modelo que requiere transformación esencial para poder estar a tono con una educación siglo XXI, con medios y recursos de frontera para todos.
Se precisa en las políticas públicas de la educación un cambio sustancial en el modo de regir la educación y acoger la observación del profesor Castell cuando señala que la culpa es del currículo y la organización de las escuelas y de la burocracia del sistema educativo, lejos de la innovación, la experimentación y la autonomía del estudiante, la cual con frecuencia es percibida como un riesgo o peligro. Por ello, destaca Castell, con claridad tajante, que no es culpa de los maestros quienes están dispuestos a la innovación, por lo que el cambio fundamental no es tecnológico sino social e institucional.
Hoy la estructura y normatividad del Ministerio de Educación Nacional, por desueta, arcaica y burocrática, le impide ser el organismo rector efectivo de la educación que se desea y promotor efectivo y fomentador de la calidad de la educación. Hoy el Ministerio en sí mismo es un obstáculo para la mejora de los procesos educativos desde preescolar hasta la educación superior.
Hay un conjunto de modelos teóricos con estrategias didácticas probadas que permiten promover el pensamiento crítico, activo, autónomo y un aprendizaje intenso, satisfactorio y continuo. Todos ellos validados por años de prácticas por muchos maestros en el mundo que abren camino a la innovación educativa y al mejoramiento sustancial del aprendizaje y calidad de la educación, a la vez que contribuyen a la permanencia en la escuela y a incrementar la motivación para aprender fuera de yugo amenazante de las calificaciones. Se presentan aquí de manera somera cuatro de ellos: Aprendizaje significativo, aprendizaje basado en la indagación, aprendizaje basado en retos y aprendizaje basado en desafíos emocionales, todos ellos enriquecidos hoy en la práctica pedagógica por los más variados recursos de aprendizaje del campo de la informática y de las neurociencias, con las que se ha avanzado de manera significativa en el entendimiento de funcionamiento del cerebro y de cómo recordamos y aprendemos.
El aprendizaje significativo. El profesor Ausubel formuló hacia mediados de los años 60 del siglo pasado consideraciones pedagógicas para mejorar los logros escolares. Sus aportes son conocidos como teoría del aprendizaje significativo. Sí. Aprendizaje significativo, con tautología necesaria, en la medida en que todo aprendizaje es revelador y demostrativo de la capacidad para seguir aprendiendo a partir de las experiencias y conocimientos ya tenidos. Todo nuevo aprendizaje tiene y debe tener importante significación mental, cognitiva, social o personal para quien aprende. Así se provee norte y orientación a maestros y alumnos para la promoción de estrategias activas de aprendizaje y de medios para asegurar que lo aprendido motive otros y sucesivos logros con vigencia en el tiempo y sirva de base para seguir aprendiendo y desarrollando los procesos cognitivos y afectivos del más alto nivel. (https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5210288).
Aprendizaje basado en indagación (ABI). Este modelo se focaliza en el preguntar como medio para promover la alta comprensión y el pensamiento crítico. Preguntas, problemas, respuestas desafíos, respuestas, nuevas preguntas, para consolidar aprendizajes de alto nivel, proceso en el cual se accede, se usa y se valida información acorde con su utilidad o pertinencia para el propósito perseguido. Su uso es más frecuente en las ciencias exactas y naturales, más no restringido a ellas. Éste enfoque enfatiza el aprendizaje y uso de las estrategias de la investigación científica; o sea, encontrar una solución a un problema mediante un proceso de investigación, que incluye escritura y comunicación verbal, hipertextual y multimedial. Con éxito ha sido empleado también en las ciencias sociales y en artes. (https://goo.gl/Y5P2gS; http://www.redalyc.org/pdf/761/76111491014.pdf).
El Aprendizaje Basado en Retos ABR (CBL, en inglés) fue creado por APPLE en 2008 para uso K-12 (kínder a grado 12), aunque también se ha extendido a la educación superior. La estrategia llamada aprendizaje basado en retos o desafíos tiene como intención explícita el desarrollo de las habilidades en el siglo XXI, con el apoyo de avanzadas tecnologías informáticas y de los adelantos en las neurociencias relativos a la memoria y el aprendizaje. Es una extensión de otros enfoques de aprendizaje activo. Se emplea una estrategia inductiva en la cual en lugar de presentar a los estudiantes un problema ellos reciben conceptos con los que abordarán retos para presentar soluciones posibles a situaciones reales, retos que son abordados con integración de diversas disciplinas (ciencias, español, matemáticas, artes, geografía, ecología, por ejemplo). Se hace uso intensivo de recursos web y de los ambientes colaborativos en red para llegar a una propuesta o solución específica que resulte en una acción concreta y explicativa. (https://goo.gl/t4arVe; http://eduteka.icesi.edu.co/articulos/edutrends-10-2015).
La estrategia hace partícipe a los miembros de las comunidades educativas, incluidos los padres de familia del proceso de identificar buenas ideas y formular preguntas que desafíen y motiven a los estudiantes para alcanzar, en ambientes colaborativos y de múltiples opciones de solución, sólidos aprendizajes, y a la vez ser capaces de comunicar efectivamente los resultados. Comparte con otras estrategias el aprendizaje activo y el uso de variadas fuentes de información y la aplicación de lo aprendido a situaciones reales. En un extenso estudio el New Media Consortium encontró que el CBL fue altamente efectivo con estudiantes de noveno grado, en especial con aquellos en riesgo de deserción. (https://goo.gl/YPidm2). En este enfoque se busca que los alumnos alcancen una solución completa a un problema; por lo tanto, no hay sólo ejercitación en el desarrollo del pensamiento crítico. Sus creadores lo conciben como la incorporación de las habilidades del siglo XXI en el aprendizaje basado en problemas. (https://goo.gl/R9hfnV; http://eduteka.icesi.edu.co/articulos/edutrends-10-2015).
Aprendizaje basado en desafíos emocionales. Este es un desarrollo mucho más reciente. Reconoce la importancia de las emociones como elementos fundamentales en el aprendizaje y para el desarrollo de la inteligencia emocional como la habilidad para percibir, valorar y expresar emociones, habilidad que es necesaria para el crecimiento tanto emocional como intelectual. Desde los procesos neurocientíficos de la memoria y el aprendizaje el modelo, apoyado también en uso intensivo de las TIC, busca producir reacciones emocionales que activen la motivación para apoyar la creatividad y en el logro de aprendizajes de alto nivel. Se reconoce que los estudiantes tienen, en los ambientes tradicionales de enseñanza, bajo nivel de motivación para aprender y que los maestros encuentran dificultades para lograr su atención. Por ello, conociendo el uso generalizado que ellos hacen de dispositivos móviles, el modelo busca promover aprendizajes significativos de manera continua con base en la captación de la atención de los alumnos para lograr una reacción emocional que lleven a conductas motivacionales que ayuden la creatividad y a la mejora en los aprendizajes. (https://goo.gl/umAzx6).
Hay una variedad de estrategias para mejorar la calidad de los aprendizajes y los procesos de formación escolar para la ciudadanía y las habilidades para el siglo XXI. Todas enfatizan el uso de diversas tecnologías digitales y la incorporación en los procesos formativos escolares de los avances en las neurociencias con miras a superar las prácticas educativas que separan a la enseñanza y el aprendizaje del cerebro. (https://goo.gl/o1GtG1).