Todo ciudadano tiene derecho a participar en la conformación, ejercicio y control del poder polÃtico. La educación formará al colombiano en el respeto a los derechos humanos, a la paz y a la democracia. – ArtÃculos 40 y 67 de la Constitución Nacional.
Se requiere formación escolar y ciudadana para asegurar los derechos y deberes de cada uno de los alumnos ciber navegantes cotidianos, asà como para garantizar el uso positivo y sensato de los avances informáticos. Formación que también es importante para que puedan hacer valer sus derechos ante las compañÃas que prestan servicios de Internet, desarrolladoras de software y hardware y las dueñas de plataformas, en apariencia gratuitas, como las de correo electrónico y redes sociales.
El concepto de ciberciudadanÃa está ligado polÃticamente a los fundamentos del Estado Social de Derecho con el conjunto de derechos que tenemos los ciudadanos y los deberes que hemos de cumplir.
La ciberciudadanÃa, o ciudadanÃa digital, se refiere a todos aquellos comportamientos que como personas nos corresponde tener de manera ética, segura, responsable y activa cuando, entre otros comportamientos, empleamos las TIC, navegamos en Internet, usamos correos electrónicos, hacemos transacciones en red, o participamos en redes sociales. En ese contexto, la formación escolar buscará asegurar que la garantÃa de la participación ciudadana se dé también en el ciberespacio como un derecho. (Véase: http://www.redalyc.org/html/310/31045570013/).
Se ejerce la ciudadanÃa en el mundo fÃsico y ahora con intensidad creciente en el ciberespacio. Hay ahà una oportunidad importante para solidificar nuestro Estado Social de Derecho haciendo valer nuestros derechos y comprender y aplicar nuestras responsabilidades en el contexto de una sociedad signada por comportamientos solidarios y pacÃficos. Es una oportunidad inmensa para la formación cÃvica, ciudadana y de urbanidad en los ambientes educativos.
En el contexto escolar la formación en la ciberciudadanÃa adquiere especial consideración adicional con respecto a los siguientes principios fundamentales del Estado Social de Derecho: 1. La rama de la justicia (Cortes, Consejo de Estado, Tribunales, FiscalÃa, jueces, fiscales y demás órganos de esta rama) actúa para garantizar los derechos fundamentales de los ciudadanos y para imponer sanciones adecuadas a quienes los transgredan. 2. Los organismos de control son ojos de la ciudadanÃa para asegura el buen uso de recursos públicos y para vigilar que las acciones del Estado se realicen según los mandatos de la Constitución y las leyes. 3. GarantÃa constitucional para el uso pleno de las acciones de cumplimiento, el amparo frente a derechos violados, el debido proceso, la solidaridad con las vÃctimas y sus familiares, el derecho a la verdad plena y la reparación justa y apropiada. Hoy es menester aprender a convivir y a socializarse, a ser un ciudadano pleno no sólo en el mundo fÃsico sino también en el ciberespacial.
Mucha de la formación ciudadana en aspectos como la identidad polÃtica, la economÃa, cultura, recreación, comercio y aun la configuración autónoma de los propios grupos de socialización, ocurre en ambientes informatizados. En la sociedad ciberespacial no puede la educación centrarse sólo en contenidos cientÃficos y tecnológicos, en las denominadas habilidades duras, sino que es más que esencial la formación en habilidades socioemocionales, en especial las que se requieren para el ejercicio pleno de la ciudadanÃa y la comprensión sólida de la naturaleza de las interacciones en ambientes informatizados con sus desafÃos éticos y morales.
El concepto de sociedad civil se ha extendido a los múltiples grupos a los que pertenecemos en el ciberespacio y a los valores ciudadanos que sostenemos en ellos. Los desarrollos tecnológicos, la disponibilidad de plataformas ya mencionadas que en apariencia son gratuitas no deben contradecir la esencia del Estado Social de Derecho, ni tampoco violar la intimidad personal. Para interactuar como ciudadanos en el ciberespacio hay que actuar con libertad y responsabilidad preservando y promoviendo, entre otros asuntos importantes, la convivencia pacÃfica, la integridad cultural y con esta los valores culturales que nos identifican como nación y república democrática.
El profesor Carlos RodrÃguez de la Universidad de Salamanca ha destacado que la responsabilidad ciberciudadana es un asunto de esencia educativa centrado alrededor de tres principios: 1. Alfabetización digital con perspectiva no sólo tecnológica, sino también de formación en los asuntos éticos, culturales y sociales que conlleva el uso de la amplia variedad de tecnologÃas disponibles. 2. Acceso y participación en distintos tipos de redes (no sólo las sociales) promoviendo la cooperación, el debate social, las propuestas polÃticas y la consecución de metas de interés común. 3. El fomento al uso de licencias libres (freeware) alejadas de intereses centralmente comerciales y más respetuosos de los derechos de los demás. Retoma el profesor RodrÃguez el pensamiento del filósofo británico Herbert Spencer quien afirmó que el principal objetivo de la educación es formar una persona apta para gobernarse a sà mismo y no para ser gobernada por los demás. (https://ojs.uv.es/index.php/qfilosofia/article/download/9443/9469).
A lo anterior es importante agregar la necesidad de elevar el acceso a Internet y a sus recursos como un derecho fundamental de todos los ciudadanos del mundo. La buena ciudadanÃa requiere personas bien informadas en términos y tiempo reales. Para el ejercicio pleno de la ciudadanÃa es imprescindible el acceso a un amplio ancho de banda que facilite la formación y el aprendizaje durante toda la vida y el uso efectivo de los distintos mecanismos de participación ciudadana en los ambientes digitales. La inclusión social y otros derechos fundamentales en una democracia exigen también la eliminación de la que ha sido llamada brecha digital, entendida como inequidad y exclusión de porción importante de la población por la incapacidad de acceder a los recursos tecnológicos que poseen otros. El acceso a esos recursos debe ser gratuito en instituciones educativas y demás espacios culturales y públicos.
Corresponde a la escuela buena parte de la responsabilidad de formar a los colombianos en el respeto a los derechos humanos, a la paz y a la democracia.