Quiero contarle mi hermano un pedacito de la historia negra, de la historia nuestra, caballero.
En los años mil seiscientos, cuando el tirano mandó las calles de Cartagena, aquella historia vivió. Cuando allí llegaban esos negreros, africanos en cadenas besaban mi tierra, esclavitud perpetua
esclavitud perpetua, esclavitud perpetua.
Joe Arroyo. Su canción La Rebelión aquí: https://goo.gl/7Kvg6m.
Benkos Biohó es el verdadero precursor de la independencia de Colombia. Con él se inició la gesta libertadora de las Américas colonizadas y tiranizadas.
En el puente del 12 de octubre, “Día de la Raza”, se celebra en San Basilio de Palenque el “Festival de tambores y expresiones culturales de Palenque.” Una oportunidad que tenemos todos los colombianos para conocer más de otro espacio cultural nuestro inscrito por la UNESCO en la “Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad”.
El conocimiento fidedigno de la historia y geografía patria, con su diversidad de riquezas, contribuye a un más claro y reforzado afianzamiento de nuestra identidad nacional. En la diversidad étnica y cultural está la fortaleza de nuestra nacionalidad. Diversidad que ha sido omitida, más que por genuinos historiadores, por narradores oficiales, europeizantes, desde el centro, con negación de la periferia. Se han relatado eventos a medias, con ocultamiento de verdades y oscurecimiento de muchos hechos cruciales que explican nuestra construcción como patria libre. Narraciones a medias, lejos del rigor del genuino historiador, con claro sentido etnocéntrico, marginador y discriminador.
La diversidad y riqueza de las manifestaciones culturales se encuentran en todas las latitudes del país. La UNESCO ha reconocido a una variedad de ellas. Una de tantas es el “Palenque de San Basilio”, una “Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad”, una comunidad fortificada creada en siglo XVII por esclavos africanos cimarrones, rebeldes frente a los españoles y fugitivos del yugo y atropello físico y moral. El único entre muchos palenques que ha sobrevivido. Un elemento esencial del “Espacio Cultural de Palenque de San Basilio” es la lengua palenquera, la única criolla de las Américas con las características gramaticales de lenguas bantúes, la que refuerza la cohesión social entre los miembros de esa comunidad. (https://goo.gl/LcJbZk). Palenquero es una lengua a la vez que un gentilicio. El nombre de San Basilio surge por una estatua de este santo que quedó atascada en lodazales cerca al Palenque. Hoy tiene cerca de 3500 habitantes, aunque buena parte de este grupo étnico reside en Cartagena y Barranquilla donde mantienen, en especie de enclaves, su cultura, reglas y lengua. Las palenqueras vendedoras de frutas con sus palanganas bien equilibradas sobre sus cabezas, con sus polleras de mil brillantes colores y sonrisas de blancos dientes forman parte del paisaje cultural de Cartagena de Indias.
En la época colonial existieron muchos palenques en las estribaciones de los Montes de María. El de San Basilio, situado a unos 50 kilómetros al sur de Cartagena de Indias, se construyó en el siglo XVI bajo el liderazgo de Benko Biohó (también llamado Domingo Biohó), con unos pocos hombres dispuestos a regresar a sus tierras africanas de donde fueron brutalmente arrancados y esclavizados. Controlaron con sus ejércitos todos el sector geográfico de esos Montes. Fue un grito de libertad y manifestación de la voluntad de ser libre, vivir y crecer según sus costumbres, lenguas y creencias religiosas. Huir de sus “amos” esclavistas y respirar el aire de la libertad de la que siempre gozaron en sus lejanas tierras. Fueron seres humanos que nunca bajaron su cerviz porque no reconocieron ni validaron el atropello ni la masacre cruenta de sus vidas y cultura. Gozar y respirar aires de libertad porque no reconocían su condición de dominados ni tampoco la de serviles figuras infrahumanas de quienes querían ser sus amos o dueños.
Las proclamas libertadoras de Benkos Biohó sonaron en estas tierras americanas mucho antes que la revolución francesa de 1789 (con sus preceptos de libertad igualdad y fraternidad) o la de Estados Unidos de América de 1776 con su proclamación de “evidentes verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre éstos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad”. Así, el Palenque de San Basilio se constituyó en el primer pueblo libre de las Américas, mucho antes de que Haití, en 1804, se proclamara como el primer país libre en estas colonizadas tierras.
Benkos Biohó, llamado Rey de La Matuna, Rey del Arcabuco (con referencia a la montaña espesa e inhóspita de los Montes de María), tras muchas victoriosas batallas fue puesto preso y ahorcado en Cartagena de Indias en marzo de 1621. Sacrificio patriótico, su llama encendedora de la rebeldía y su grito y proclamación de la libertad siguió vigente y más palenques, “como flores de manglar, aparecieron en toda la provincia”. Lideró Biohó la mayor insurrección que ha existido en el país. (https://goo.gl/Z67dCU).
Figura histórica colombiana y latinoamericana. Bien se ha dicho que sin Biohó no habría insurrección de los comuneros, y carecían del trasfondo histórico necesario la revolución de los comuneros, las declaraciones de independencia de 1810 en Bogotá, la de Mompox y Cartagena en 1811, la manumisión de los esclavos y muchas otras (http://www.eluniversal.com.co/suplementos/facetas/benkos-bioho-un-heroe-olvidado-14115; https://goo.gl/KiqGTx).
Su gesta libertadora marcó la senda y el comienzo de lo que después cantaríamos como la imperecedera gloria y el júbilo inmortal, y también el magistral canto a la libertad de Epifanio Mejía (elevado a Himno de Antioquia): Oh libertad que perfumas/las montañas de mi tierra, /deja que aspiren mis hijos/tus olorosas esencias! / .
Los habitantes de los palenques nacieron en libertad, construyeron sus nichos libertarios, viven en libertad. No son afrodescendientes, son africanos que construyeron su enclave de libertad en esta tierras nuestras, preservando sus valiosa identidad étnica, sus manifestaciones culturales, lenguas, música y creencias. Es la cultura de las palenqueras de Cartagena, de los cantos de lumbalú, del bullerengue sentado, del son palenquero, de la chalusonga, del mapalé, de los dioses africanos, de las tamboreras y rezanderas, del sexteto Tabalá, de Kid Pambelé, del ritmo de la champeta de ancestro africano, y mucho más.
El historiador Javier Ortiz Cassiani ha dicho que: “La lucha por la vida y la libertad de este precursor demuestran que la memoria nacional requiere nutrirse de la grandeza de hombres que murieron buscando un espacio bajo el sol”.